Pero ¿qué es el azúcar refinado? Es el azúcar de color blanco que vulgarmente denominamos “azúcar de mesa” y que encontramos en azucarillos o sobres cuando tomamos cafés o infusiones en cualquier local comercial. Esta constituido por un disacárido denominado sacarosa que encontramos en la naturaleza en la caña de azúcar o en la remolacha.
Para que llegue tan blanquito a nuestra boca, es necesario que pase por el refinado y eliminarle todas aquellas sustancias que no son sacarosa, no os penséis que sólo son los desperdicios, también se eliminan las fibras, vitaminas y oligoelementos que acompañan a la sacarosa, necesarios para poder ser absorbida.
La Naturaleza es sabia, todos aquellas fuentes de azúcares naturales, como pueden ser las frutas, la remolacha,.. Contienen las vitaminas y oligoelementos necesarios para ser absorbidos, además contienen fibras para que la absorción sea más lenta y no tengamos el temible pico de azúcar.
En el caso del azúcar refinado se han eliminado todas estas “ayudas” por métodos químicos y físicos, el jugo de la caña o de remolacha es atravesado por gas SO2 obtenido por la combustión de azúfre. Al estar “limpio”, es el organismo el encargado de aportar esas vitaminas y oligoelementos necesarios para que sea absorbido, generando un doble trabajo para nuestra digestión y disminución en nuestras reservas de oligoelementos.
Si todavía no os hemos convencido, os explicaremos 5 razones para evitar el azúcar refinado:
5 razones para evitar el azúcar refinado
1. Sobrespeso y obesidad
Estamos cayendo en un estilo de ingesta occidental dónde la mayoría de los azúcares que consumimos son refinados. No sólo hay que contar las cucharadas de azúcar que nos añadamos a las bebidas, sino que también tenemos que contar el azúcar que esta incluida, y que no vemos, en los diferentes alimentos que ingerimos.
Al estar el azúcar refinado “limpio” de vitaminas, oligoelementos y fibras, no producen sensación de saciedad, el pico de azúcar que producen junto con la sobrecarga de trabajo para abastecer las faltas de “ayudantes” hace que se vuelva a tener hambre y volvamos a picotear un dulce. De ésta manera volvemos de nuevo a comenzar el círculo vicioso y nuestro cuerpo almacenará el exceso de azúcar en forma de grasa, induciendo al sobrepeso y la obesidad.
2. Calorías vacías
Como ya hemos comentado anteriormente el azúcar refinado esta “limpio”, por tanto no aporta al cuerpo ni vitaminas, ni minerales ni oligoelementos, únicamente moléculas de glucosa. Son calorías vacías, calorías que no alimentan y están ocupando el lugar de alimentos realmente nutritivos en nuestro menú diario. Nos llenamos de azúcares “limpios” que nos ensucian el cuerpo en detrimento del consumo de frutos secos, frutas o vegetales.
3. Glóbulos blancos
Los glóbulos blancos son los encargados de combatir las infecciones del cuerpo. Un estudio de la Facultad de Odontología de la Universidad de Loma Linda (California), muestra que el consumo de azúcar refinado reduce la actividad de los glóbulos blancos. Si un glóbulo blanco normalmente fagocita o “se come” a 14 bacterias, al ingerir azúcar disminuye su actividad de la siguiente forma:
– 5 minutos después de la absorción de 6 cucharadas de las de café, de azúcar, un glóbulo blanco sólo puede vencer 10 bacterias.
– 5 minutos después de la absorción de 12 cucharadas, un glóbulo blanco puede vencer 5 bacterias.
– 5 minutos después de la absorción de 18 cucharadas de azúcar, un leucocito puede vencer a 2 bacterias.
– 5 minutos después de la absorción de 24 cucharadas, un glóbulo blanco puede vencer media bacteria.
Esto explica un poco la relación existente entre el azúcar y la caries, el porqué algunas infecciones de la piel pueden ser la señal de diabetes o que el azúcar sea el alimento de las células cancerígenas.
4. Deterioro de los dientes
El consumo de azúcar refinado en exceso es perjudicial tanto para la dentadura como para los huesos. Los dulces entre horas de comidas, bebidas gaseosas o el contacto prolongado del azúcar con la dentadura son la causa de problemas dentales como la caries.
5. Diabetes
El exceso de azúcar refinado unido al exceso de grasa, puede conducir a diabetes. Cuando el azúcar es absorbido y llega a torrente sanguíneo es recogido por la insulina para transportarlo como alimento a las distintas células del cuerpo, es la gasolina o energía que nos hace vivir. Cuando somos diabéticos el azúcar se queda en la sangre y no llega a las células. El aumento de los niveles de glucosa en sangre sin ser tratada, puede causar daños en los tejidos como son los riñones, corazón, vasos sanguíneos, cristalino o retina del ojo. Muchas veces nos damos cuenta que somos diabéticos cuando comienza el daño, por eso se recomienda como medida preventiva, la disminución del consumo de azúcares refinados como consejo de salud.
El último dato reflexivo de nutrición y salud que os dejamos, es el del consumo de azúcar por persona, en menos de 3 décadas, hemos pasado de consumir 2,7 kilos de azúcar por persona a una media de 36 kilos, disminuyendo el consumo de frutos secos o de legumbres, que ha pasado de 7 kilos por persona y año en 1980 a menos de uno en nuestras fechas.
Ahora os toca a vosotros elegir…
Bea y Dani
Investigadores de Salud